Con Rubén Castro de titular, arrancó el cuadro de Mel el partido. Nada más empezar, Matilla inquietó a Spit en el 3' con un disparo desde la frontal, pero el que de verdad llevó el peligro a la meta checa fue Jorge Molina un minuto después. El alcoyano se marchó en solitario y cuando encaró al portero del Jablonec se lió con el balón a la hora de disparar.
Los centroeuropeos, lejos de amilanarse, presionaban a todo campo al conjunto heliopolitano e hicieron trabajar a Andersen. En el 13', Hubník remató desde el suelo un centro desde la izquierda. La réplica a esta ocasión la firmó Rubén Castro dos minutos después, rematando de manera acrobática un pase de Juanfran desde la derecha. Sin embargo, en el 18', un pase de escuadra y cartabón de Salva Sevilla dejó solo al canario que se la picó con mucha clase a Spit, poniendo el 1-0 en el marcador y provocando la alegría en las gradas del Villamarín.
El tanto bético llevó consigo que el Jablonec adelantara líneas y, consecuentemente, dejara espacios en su retaguardia. En el 22', otro centro de Salva Sevilla dejó a Jorge Molina cara a gol, que fue desestabilizado por Benes dentro del área. Precisamente el citado central checo, cinco minutos después, introdujo en su propia portería un pase desde la izquierda del mediapunta almeriense, cuando ya estaba Rubén Castro con la caña preparada.
La estabilidad de Matilla en la medular, el brillo en la mediapunta de Salva y la pólvora de Rubén en el ataque desvanecieron las esperanzas checas en la primera media hora de partido. A pesar de ello, el Jablonec siguió intentandolo, sin éxito, hasta el descanso. La más clara la tuvo Vosahlik en el 37', que se la picó a Andersen, muy atento atajando la pelota.
En la segunda mitad, el Betis siguió imponiendo su criterio a la hora de tocar el balón. Muy pronto llegó el tercero de los verdiblancos. En el 48', Matilla marcó de un disparo seco desde dentro del área, después de una buena jugada de Juanfran por la derecha. El ex del Castilla se mostró muy participativo y enchufado ante el Jablonec, desquitándose así de su mal partido en el Bernabéu. Con la eliminatoria resuelta y con el Betis pasando por encima de su rival, Mel decidió dar descanso a su estrella Rubén Castro, y metió en el campo a la sensación de este arranque de campaña, el congoleño Cedrick.
Poco tardó en llegar el cuarto, por el empuje bético y por la descoordinación checa. Jorge Molina, en el 56', cazó un pase de Nacho y batió a Spit. Con este tanto, el ex del Elche se libró de la presión que aguantó en el choque ante el Celta y demostró que mantiene su olfato. Inmediatamente, Mel lo retiró del campo por Braian, lo que provocó una ovación desde la grada. El Jablonec estaba roto en esos momentos, lo que aprovechó el ataque heliopolitano para convertir el área checa en su coto de caza.
En el 62', Salva Sevilla, que hizo un partido formidable, casi bate a Spit desde fuera del área, si no fuera por la espectacular parada del meta. Ocho minutos después, tuvo la única ocasión de gol clara el Jablonec. Hubník fue con todo al remate pero el balón salió desviado. Sin embargo, casi en la jugada siguiente, Braian se estrenó como goleador en partido oficial con el Betis después de rematar a placer un buen pase de Juanfran. La fiesta siguió para los verdiblancos cuando Xavi Torres marcó el sexto. El alicantino se lució lanzando un obús imparable desde fuera del área en el 80'. Con el marcador tan abultado, ambos equipos echaron el freno y así se llegó al final.
Dominando, con brillantez y goleando selló el Betis su pase a la fase de grupos de la Europa League, algo que le va a venir bien para superar el mal trago producido por las dos derrotas ligueras. De esta manera, y ante un rival muy diferente al de la ida, los béticos vuelven a reconciliarse con el gol, endosándole seis al Jablonec, y miran con optimismo a su visita al Cornellá-El Prat. (Estadio Deportivo)
viernes, 30 de agosto de 2013
lunes, 26 de agosto de 2013
Betis 1 Celta 2
Betis 1 Celta Vigo 2 por acosart
Los alumnos de Luis Enrique se han aplicado el cuento. El Celta aprendió las lecciones y aprobó el examen del Villamarín, plaza para estudiantes que hacen los deberes. Los gallegos lograron sobrevivir pasándolo mal (Yoel fue el mejor de la clase), aguantaron el resultado en el tiempo añadido y ganaron fuera de casa, la asignatura que suspendieron la temporada pasada. El peor visitante de la última Liga ganó en el campo del Betis, que ha perdido sus dos partidos desperdiciando muchísimas ocasiones de gol. Demasiados papeles a la basura.
Si el Celta supo arreglar sus errores del estreno, no hizo lo mismo el Betis. Si en el Bernabéu falló unos cuantos goles, contra el Celta casi que fueron tres veces más los tantos que rondó. Los verdiblancos encontraron todos los caminos, pero les temblaron las piernas delante de Yoel, que pareció un gigante bajo palos. El chaval respondió cuando tenía poco tiempo para hacerlo. Ágil, atento y rápido para despejar las flechas que buscaron su portería, se convirtió en un gato con botas y guantes.
Yoel también contó con un aliado de madera (Jorge Molina y luego Chuli en el 92' dispararon al palo) y se aprovechó de alguna mala decisión bética a la hora del remate. Los velocistas béticos corrieron por todas las calles, pero cuando vieron la meta no supieron sacar la cabeza para ganar la carrera y cambiar la cifra que reflejaba su marcador, el cero.
Las cosquillas de Sara
En la portería verdiblanca estuvo Guillermo Sara, titular en detrimento de Andersen. No estuvo al nivel de Yoel. Pudo hacer mucho más en el 0-2. Nolito le buscó las cosquillas y se las encontró.
El Betis perdió a Perquis por lesión a la media hora y no dejó de perder oportunidades. Cada parada de Yoel fue un gol en contra, los que marcaron Charles y Nolito en la segunda mitad.
Lo que vale es meterla
Ya estaba avisando el Celta con un cabezazo de Charles al palo y el ex del Almería, que sí las sabe meter, abrió el marcador en el 66'. Estaba en fuera de juego. Controló con el pecho y batió a Sara, viendo cómo le habían hecho a él lo que el Betis tenía que haber hecho en la primera parte. Nolito le volvió a batir en el 74'.
Los goles frenaron al Betis, que cogió carrerilla al final y ya fue demasiado tarde. Por allí ya estaba Rubén Castro, Oubiña se fue antes de tiempo por dos amarillas y en el Celta se temieron lo peor. El delantero puso el 1-2 en el 90' y el tiempo añadido fue un sinvivir para los de Luis Enrique, pero cuando les dieron las notas se quitaron un peso de encima. (Marca)
Real Madrid 2 Betis 1
. Real Madrid 2 Betis 1 por acosart
Era el día del estreno de Ancelotti, pero el Madrid recurrió a la más vieja de sus fórmulas para hacerse con los tres primeros puntos del Campeonato. Privado de fútbol en amplios tramos del partido y de físico cuando el duelo agonizaba, los blancos volvieron a hacer de la fe su principal argumento. La personificó, mejor que nadie, Marcelo, que en la segunda mitad se hartó de subir su banda y de poner magníficos centros que sus compañeros no acertaron a embocar. Hasta que apareció Isco, que cazó un frentazo providencial cuando el Betis se frotaba las manos con un botín de un punto.
El Madrid arranca en agonía. En realidad, quizá el Betis no debió haber llegado a ese extremo. En el primer tiempo, simplemente dio una exhibición en el Bernabéu, con una defensa adelantada al estilo Milan de Sacchi -que a Ancelotti debió de sonarle-, el músculo de Nosa y el talento de Verdú dominando el centro del campo y el turbo de Cedrick atemorizando a la endeble defensa madridista.
El congoleño dejó en evidencia a Sergio Ramos en el jugada del 0-1, que materializó Jorge Molina, y sembró el terror con varias arrancadas plenas de potencia y verticalidad. Fue protagonista, incluso, de la acción polémica del partido, un posible -y probable- penalti de Carvajal que se fue al limbo. Como un tremendo cabezazo de Nosa que sacó astillas del larguero de un Diego López batido. El Betis se fue al descanso con la sensación de que se le estaba escapando el partido. El Madrid, aliviado.
La historia cambió radicalmente en el segundo acto, que comenzó con un derechazo de Cristiano que también tocó madera. El Madrid corrigió su tendencia a romperse por el centro bajando a Isco y ganó definitivamente el centro del campo con la entrada de Casemiro por el lesionado Khedira. El accidente fue providencial. Ante un rival mucho menos agresivo, empezó a coleccionar llegadas, casi todas por la izquierda. Marcelo volvió a ser el mejor amigo de Cristiano y también se entendió bien con Özil, Isco y hasta Benzema, que tuvo una de sus noches lánguidas, en la que apenas dejó algo más que el buen gol del empate.
Por el perfil del brasileño comenzaron a fluir las ocasiones blancas, pero no fue hasta su último centro cuando encontró el complemento perfecto. Fue Isco, asistente en el 1-1 y autor del gol definitivo. Y eso en una noche en la que no brilló en exceso. Señal de que el chico destila fútbol por los cuatro costados. (Marca)
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