El Real Betis, ascendido desde hace una semana, ha batido (3-1) al Huesca, que tampoco se jugaba nada, en un encuentro tras el que los verdiblancos sólo están a tres puntos de proclamarse matemáticamente campeones de la categoría.
Los locales se adelantaron en la primera acción reseñable del partido, con un tanto de Jorge Molina. El alcoyano remató a puerta vacía un servicio de Rubén Castro, que se había plantado ante Cabrero tras una bonita pared con Beñat y que prefirió asistir a su compañero, en vez de intentar acercarse a la cabeza de los goleadores de la categoría. Castro pudo aumentar su cuenta particular de goles en el minuto 24, cuando recibió un envío en profundidad de Emaná, pero se topó con la veloz salida del portero del Huesca, muy atento en el mano a mano.
La única ocasión de los visitantes en toda la primera mitad llegó mediante una incorporación del central Corona, quien se sumó al ataque tras una buena anticipación en el centro del campo e irrumpió en el segundo palo para rematar de cabeza un balón que salió a centímetros del poste. La sentencia del encuentro llegó al comienzo de la segunda mitad, por medio de Rubén Castro, quien elevó a 25 su cuenta de goles en la Liga, que transformó un penalti cometido por Corona sobre Jorge Molina.
Los aragoneses estiraron líneas en la segunda parte, después de que su entrenador, Onésimo Sánchez, introdujese a Víctor Pérez, muy activo durante los 45 minutos que le tocó jugar. Una combinación suya con Tariq supuso la primera advertencia para Casto, muy atento para salir a los pies del delantero cedido por el Granada. Menos afortunado estuvo el meta bético en el siguiente acercamiento del Huesca, pues atropelló a Roberto en una salida errática y el colegiado señaló la segunda pena máxima del partido, ejecutada por Camacho. La única ocasión visitante para empatar la disfrutó Tariq, que se trastabilló cuando se disponía a disparar sin oposición, pero el marcador lo cerró Beñat con un centro-chut que no llegó a tocar Jorge Molina aunque el intento de remate del ariete despistó a Cabrero. (Marca)
Los locales se adelantaron en la primera acción reseñable del partido, con un tanto de Jorge Molina. El alcoyano remató a puerta vacía un servicio de Rubén Castro, que se había plantado ante Cabrero tras una bonita pared con Beñat y que prefirió asistir a su compañero, en vez de intentar acercarse a la cabeza de los goleadores de la categoría. Castro pudo aumentar su cuenta particular de goles en el minuto 24, cuando recibió un envío en profundidad de Emaná, pero se topó con la veloz salida del portero del Huesca, muy atento en el mano a mano.
La única ocasión de los visitantes en toda la primera mitad llegó mediante una incorporación del central Corona, quien se sumó al ataque tras una buena anticipación en el centro del campo e irrumpió en el segundo palo para rematar de cabeza un balón que salió a centímetros del poste. La sentencia del encuentro llegó al comienzo de la segunda mitad, por medio de Rubén Castro, quien elevó a 25 su cuenta de goles en la Liga, que transformó un penalti cometido por Corona sobre Jorge Molina.
Los aragoneses estiraron líneas en la segunda parte, después de que su entrenador, Onésimo Sánchez, introdujese a Víctor Pérez, muy activo durante los 45 minutos que le tocó jugar. Una combinación suya con Tariq supuso la primera advertencia para Casto, muy atento para salir a los pies del delantero cedido por el Granada. Menos afortunado estuvo el meta bético en el siguiente acercamiento del Huesca, pues atropelló a Roberto en una salida errática y el colegiado señaló la segunda pena máxima del partido, ejecutada por Camacho. La única ocasión visitante para empatar la disfrutó Tariq, que se trastabilló cuando se disponía a disparar sin oposición, pero el marcador lo cerró Beñat con un centro-chut que no llegó a tocar Jorge Molina aunque el intento de remate del ariete despistó a Cabrero. (Marca)
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