viernes, 30 de agosto de 2013
lunes, 26 de agosto de 2013
Betis 1 Celta 2
Betis 1 Celta Vigo 2 por acosart
Los alumnos de Luis Enrique se han aplicado el cuento. El Celta aprendió las lecciones y aprobó el examen del Villamarín, plaza para estudiantes que hacen los deberes. Los gallegos lograron sobrevivir pasándolo mal (Yoel fue el mejor de la clase), aguantaron el resultado en el tiempo añadido y ganaron fuera de casa, la asignatura que suspendieron la temporada pasada. El peor visitante de la última Liga ganó en el campo del Betis, que ha perdido sus dos partidos desperdiciando muchísimas ocasiones de gol. Demasiados papeles a la basura.
Si el Celta supo arreglar sus errores del estreno, no hizo lo mismo el Betis. Si en el Bernabéu falló unos cuantos goles, contra el Celta casi que fueron tres veces más los tantos que rondó. Los verdiblancos encontraron todos los caminos, pero les temblaron las piernas delante de Yoel, que pareció un gigante bajo palos. El chaval respondió cuando tenía poco tiempo para hacerlo. Ágil, atento y rápido para despejar las flechas que buscaron su portería, se convirtió en un gato con botas y guantes.
Yoel también contó con un aliado de madera (Jorge Molina y luego Chuli en el 92' dispararon al palo) y se aprovechó de alguna mala decisión bética a la hora del remate. Los velocistas béticos corrieron por todas las calles, pero cuando vieron la meta no supieron sacar la cabeza para ganar la carrera y cambiar la cifra que reflejaba su marcador, el cero.
Las cosquillas de Sara
En la portería verdiblanca estuvo Guillermo Sara, titular en detrimento de Andersen. No estuvo al nivel de Yoel. Pudo hacer mucho más en el 0-2. Nolito le buscó las cosquillas y se las encontró.
El Betis perdió a Perquis por lesión a la media hora y no dejó de perder oportunidades. Cada parada de Yoel fue un gol en contra, los que marcaron Charles y Nolito en la segunda mitad.
Lo que vale es meterla
Ya estaba avisando el Celta con un cabezazo de Charles al palo y el ex del Almería, que sí las sabe meter, abrió el marcador en el 66'. Estaba en fuera de juego. Controló con el pecho y batió a Sara, viendo cómo le habían hecho a él lo que el Betis tenía que haber hecho en la primera parte. Nolito le volvió a batir en el 74'.
Los goles frenaron al Betis, que cogió carrerilla al final y ya fue demasiado tarde. Por allí ya estaba Rubén Castro, Oubiña se fue antes de tiempo por dos amarillas y en el Celta se temieron lo peor. El delantero puso el 1-2 en el 90' y el tiempo añadido fue un sinvivir para los de Luis Enrique, pero cuando les dieron las notas se quitaron un peso de encima. (Marca)
Real Madrid 2 Betis 1
. Real Madrid 2 Betis 1 por acosart
Era el día del estreno de Ancelotti, pero el Madrid recurrió a la más vieja de sus fórmulas para hacerse con los tres primeros puntos del Campeonato. Privado de fútbol en amplios tramos del partido y de físico cuando el duelo agonizaba, los blancos volvieron a hacer de la fe su principal argumento. La personificó, mejor que nadie, Marcelo, que en la segunda mitad se hartó de subir su banda y de poner magníficos centros que sus compañeros no acertaron a embocar. Hasta que apareció Isco, que cazó un frentazo providencial cuando el Betis se frotaba las manos con un botín de un punto.
El Madrid arranca en agonía. En realidad, quizá el Betis no debió haber llegado a ese extremo. En el primer tiempo, simplemente dio una exhibición en el Bernabéu, con una defensa adelantada al estilo Milan de Sacchi -que a Ancelotti debió de sonarle-, el músculo de Nosa y el talento de Verdú dominando el centro del campo y el turbo de Cedrick atemorizando a la endeble defensa madridista.
El congoleño dejó en evidencia a Sergio Ramos en el jugada del 0-1, que materializó Jorge Molina, y sembró el terror con varias arrancadas plenas de potencia y verticalidad. Fue protagonista, incluso, de la acción polémica del partido, un posible -y probable- penalti de Carvajal que se fue al limbo. Como un tremendo cabezazo de Nosa que sacó astillas del larguero de un Diego López batido. El Betis se fue al descanso con la sensación de que se le estaba escapando el partido. El Madrid, aliviado.
La historia cambió radicalmente en el segundo acto, que comenzó con un derechazo de Cristiano que también tocó madera. El Madrid corrigió su tendencia a romperse por el centro bajando a Isco y ganó definitivamente el centro del campo con la entrada de Casemiro por el lesionado Khedira. El accidente fue providencial. Ante un rival mucho menos agresivo, empezó a coleccionar llegadas, casi todas por la izquierda. Marcelo volvió a ser el mejor amigo de Cristiano y también se entendió bien con Özil, Isco y hasta Benzema, que tuvo una de sus noches lánguidas, en la que apenas dejó algo más que el buen gol del empate.
Por el perfil del brasileño comenzaron a fluir las ocasiones blancas, pero no fue hasta su último centro cuando encontró el complemento perfecto. Fue Isco, asistente en el 1-1 y autor del gol definitivo. Y eso en una noche en la que no brilló en exceso. Señal de que el chico destila fútbol por los cuatro costados. (Marca)
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