Real Zaragoza 0 Betis 2 por acosart
Rubén Castro cerró el oxígeno al Real Zaragoza con sus dos goles en La Romerada. Los de Manolo Jiménez fallaron una vez más en el día clave y comienzan a respirar el aire de la Segunda división tras sumar sólo 15 puntos en lo que llevamos de temporada. En el lado opuesto estuvo el Betis, que con una nueva victoria abandona los puestos de peligro y sueña con viajar por Europa la próxima temporada.
En esta ocasión no les faltó actitud a los jugadores blanquillos sobre el césped. Desde el primer minuto fueron conscientes de lo que se jugaban y quisieron llevar la iniciativa del juego. Pelearon cada balón como si fuera el último conocedores de que no se podía fallar a la afición una vez más, pero en este deporte, la lucha no es suficiente para marcar goles. Faltó calidad y concentración en los momentos más decisivos, algo que puede provocar el descenso de un equipo que comienza a ser carne de Segunda.
Los de Pepe Mel eran conscientes de la ansiedad que padecían los locales como consecuencia de la situación que atraviesan y se dedicaron a jugar sus cartas. Aguantaron en los primeros minutos la ambición zaragocista y aprovecharon los desajustes en la zaga de un equipo que en muchas ocasiones, parece no tener defensa.
El Betis aprovechó los desajustes en la zaga de un equipo que en muchas ocasiones, parece no tener defensa.
Viendo los primeros minutos uno no se podía imaginar lo que terminó por ocurrir. Obradovic estuvo muy activo por la izquierda. El balcánico llegó hasta la línea de fondo, combinó con Lafita y puso peligrosos centros sobre la meta de un Fabricio que estuvo muy seguro en todo momento. Micael, Edu Oriol y Apoño dieron el criterio que pocas veces ha tenido el Real Zaragoza en el centro del campo y Aranda luchó sin éxito ante Paulao y Dorado.
Haber tenido sin ficha a Obradovic es un lujo que el Zaragoza no se puede permitir y ahora mismo, es una de las múltiples causas por las que los maños ven como la vida de su equipo se les escapa poco a poco.
Con este panorama, los de Jiménez fueron capaces de crear alguna ocasión de gol, pero en unas ocasiones los centrales béticos, en otras la falta de acierto y en otras Fabricio terminaron por dejar el casillero local del marcador a cero.
Roberto no puede hacer milagros
Muy distinto fue lo que se vio en el área local. Cada contra del Betis llevaba síntoma de peligro. Primero avisó Jorge Molina con un remate que despejó Roberto y finalmente, Da Silva echó una mano a su rival para que Rubén Castro adelantara a los suyos. El paraguayo falló a la hora de tirar el fuera de juego, no siguió a su marca y el canario sólo tuvo que definir ante un Roberto que puede salvar a sus compañeros en muchas ocasiones, pero de momento no hace milagros. Duro castigo para el Zaragoza pero cuando no se tiene defensa, pasan estas cosas...
La segunda mitad comenzó con la misma situación que la primera, pero Manolo Jiménez vio preciso quitar a un Edu Oriol que realizó su mejor partido con la camiseta zaragocista y terminó por perder buena parte del control en la medular. Salva Sevilla y Beñat comenzaron a campar a sus anchas, Micael no llegaba para cerrarles y los pases sobre la rapidez de Rubén Castro se acumulaban conforme pasaban los minutos.
El dominio del balón era aragonés pero el apartado de las ocasiones, que al final es lo que importa, correspondía a los verdiblancos. Tras dos avisos salvados por Roberto Rubén Castro no falló. El ex jugador del Huesca aprovechó un rechace del portero local y abrió la puerta de la Segunda división a un equipo que ha perido todo y sólo tiene un consuelo: Visto lo visto, sólo pueden venir tiempos mejores. (Marca)
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