martes, 10 de marzo de 2015

Real Betis 4 Real Valladolid 0


J28 BETIS 4-0 VALLADOLID by moterodiablo por moterosdiablos
Si antes de jugarse se definía como un partido de cuatro puntos, tras ver lo sucedido en el Villamarín casi podría decirse que nos quedamos cortos. El Betis goleó, acabó de golpe con las críticas, dejó muy tocado a un rival directo, al que le ganó el ‘average’, y se colocó como líder provisional a la espera de ver que pasa esta tarde en Gijón y Ponferrada. Con un Rubén Castro letal, un Molina impresionante, un Pacheco milimétrico, un Portillo diabólico… todo es más fácil. El equipo verdiblanco rozó la perfección, hasta el punto de que Adán pasó inadvertido. Casi se podía decir que el 4-0 se quedó corto para lo que se vio en el campo. La primera parte, sin haber una diferencia descomunal, ya hacía vislumbrar lo que se vería luego. El Betis dominó de principio a fin el juego durante este periodo ante un Valladolid que en contadas ocasiones encontró la velocidad de sus dos principales hombres de ataque: Pereira y Hernán Pérez. Con un impresionante Lolo Reyes barriéndolo todo atrás, Portillo y N’Diaye se hicieron dueños del centro del campo y Pacheco, que había suplido a Ceballos, se encargaba de lanzar los ataques –además de las jugadas a balón parado- en los que a Rubén y Molina se les vía muy activos. La amplia superioridad bética no se tradujo en claras ocasiones hasta mediada la primera mitad. La ordenada defensa pucelana impedía que los pupilos de Mel deambularan con soltura cada vez que se acercaban a los últimos cuarenta metros de la portería de Varas. Esto no desanimó al equipo verdiblanco, que mantuvo el empuje inicial en todo momento y presionó la salida del balón castellano, lo que obligó a jugar en largo, algo a la postre decisivo. Si en jugada no se podía, el Betis lo intentaba una y otra vez a balón parado. Y con Pacheco de lanzador, casi todas las jugadas acababan en remate. Así llegaron las primeras opciones ya pasado el cuarto de hora con Molina y N’Diaye de protagonistas. Se marcharon alto. Molina avisó de lo que venía pasada la media hora tras un pase de Portillo. El defensa tocó lo justo para desviar a córner. Dos minutos después, sin defensa, no fallaría. Todo fue culpa de la presión anteriormente comentada. Eso obligaba a Varas a jugar siempre en largo y uno de esos balones lo cazó Molinero, quien pasó a Rubén y, con la defensa descolocada, prolongó hasta Molina. El de Alcoy, con calidad, la puso lejos del alcance del meta sevillano. El gol no alteró al Valladolid, que siguió a lo suyo ante un Betis que seguía, con paciencia, buscando la meta rival, pero el descanso se interpuso para, previsiblemente, reconducir la situación blanquivioleta. No lo hizo el Valladolid, pese a que el inicio de la segunda parte nos hizo ver a un Betis que parecía indolente, sabedor de su superioridad y que iba a verlas venir. Nada más lejos de la realidad. Al primer zarpazo casi sentenció. Fue una jugada en la frontal en la que Portillo, muy activo tras el descanso, dio un pase espectacular a Rubén Castro, que lo dejó solo ante Varas. El canario no falló. Cruzó el balón y lo puso en el único hueco que había. El partido se ponía muy de cara. Rubí trataba de reaccionar con la entrada de Omar, pero la salida de Rubio, lejos de mejorar la situación, dejó muchos huecos para que el Betis sentenciara la contra. Lo hizo en los diez últimos minutos, pero bien pudo haberlo logrado antes, pues llegadas tuvo para ello ante la impotencia visitante. Portillo y, sobre todo, Molina, quien incluso lanzó un tiro al palo fueron los encargados de culminar esas contras. Una ofensiva que se desató tras la expulsión de Chica en el minuto 70. Ceballos, que había entrado un minuto antes, la provocó, como también hizo diez minutos después en lo que supuso un penalti a favor del Betis, que Rubén no erró. El canario engañó a Varas para hacer el tercero y, dos minutos más tarde, completaba su ‘hat-trick’ tras culminar la enésima avalancha verdiblanca. La humillación estaba servida y la alegría de los casi 40.000 béticos que acudieron al Villamarín estaba más que justificada. Ficha técnica: Real Betis: Adán; Molinero, Héctor Rodas, Jordi Figueras, Varela; Portillo (Dani Ceballos 69'), N'Diaye (Fabián 73'), Lolo Reyes (Xavi Torres 75'), Dani Pacheco; Rubén Castro y Jorge Molina. Valladolid: Javi Varas; Chica, Jesús Rueda, Marc Valiente, Peña; André Leao, Álvaro Rubio (Omar 56'); Hernán Pérez, Óscar (Jeffren 83'), Timor; y Jonathan Pereira (De Melo 69'). Goles: 1-0 (37') Jorge Molina; 2-0 (53') Rubén Castro; 3-0 (82') Rubén Castro, de penalti; 4-0 (84') Rubén Castro. Árbitro: Sánchez Martínez (murciano). Expulsó a Javi Chica (70'). Amonestó a los locales N'Diaye, Molinero y Pacheco y a los visitantes Rueda y André Leao. Incidencias: Disputado en el estadio Benito Villamarín ante 39.130 espectadores. (Estadio Deportivo)

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