domingo, 4 de diciembre de 2011

Osasuna 2 - Betis 1


Club Atlético Osasuna (2-1) Real Betis Balompié... por Litaluca

El que avisa no es traidor pero sí avisador. Pepe Mel dijo durante toda la semana que en el Reyno su equipo tenía que anteponer los tres puntos al buen juego que lleva en el ADN. Son ese tipo de volantazos que se dan cuando la soga aprieta. El planteamiento del Betis y su bagaje (1 punto de 30 posibles) es para que no siga ni un minuto más en el banquillo andaluz, pero la imagen dada en el segundo acto habla del gran trabajo que ha hecho.
Nekounam será en el que se fijen los informativos en su resumen, el que será visto como el verdugo de Mel, si finalmente se produce su cese. Sin embargo, el gran héroe para la hincada local fue Andrés Fernández. El actual Zamora de la Liga Adelante se vistió de Javi Varas en aquella mágica noche del Camp Nou. Su actuación debe ser el vídeo de cabecera en las escuelas para porteros.
A Rubén Castro le desesperó. El delantero canario salió tras el descanso como revulsivo y para nada decepcionó. Fue el gran sacrificado de la defensa de cinco y le dio otra chispa al equipo con su entrada. Cayendo a banda, tirando desmarques y sobre todo rematando. Puso las tablas y, a dos del final, tuvo los tres puntos con un remate de cabeza que se marchó al larguero.
Cuando cae cruz, cae cruz. Y es que el Betis ya se había topado antes con la madera. Salva Sevilla, uno de los pocos que lo intentó en el primer acto, estrello un golpe franco a los diez de empezar. Eso fue lo único que propuso el Betis. Luego, agazapados atrás, refugiados en una línea de cinco que no tenía ningún sentido, dieron toda la iniciativa a Osasuna.
A los rojillos, invictos al calor de su público, le bastaron las buenas incursiones de Cejudo por la derecha y la electricidad de Lamah para encerrar al conjunto bético. El gol se veía venir, más por demérito visitante que por el buen hacer local, que volvieron a hacer del balón parado su mejor arma.
Otro Betis
Así se estrenó el marcador. Cejudo la puso con su guante desde la izquierda y Flaño, libre de marca, hizo el primero. La desventaja hizo reflexionar a Pepe Mel, que cambió el planteamiento en el descanso. Un defensa fuera (Ustaritz) y un delantero al césped (Rubén Castro).
La fórmula, por la que se identifica al Betis, surtió efecto, como no podía ser de otra manera. Apretaron y apretaron los visitantes, haciendo internacional a Andrés Fernández. El joven guardameta que encandiló a Mendilibar en el Calderón respondió a las mil maravillas. Las sacó de todos los colores. Hasta puso en juego la cara, literalmente.
El misil de Nekounam en el descuento fue la gota que colmó el vaso. Una ejecución perfecta que vale tres puntos. Osasuna sigue invicto como local, al Betis le pasó factura tirar el primer tiempo. Y a Mel esto le puede costar su puesto. (Marca)

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