lunes, 18 de mayo de 2015

Real Betis 5 Lugo 1


J38 BETIS 5-1 LUGO by moterodiablo by moterosdiablos
Aires de fiesta en Heliópolis. El Real Betis ha pasado por encima del Lugo. Victoria clara que deja a los de Pepe Mel en puertas del ascenso matemático. Podría ser el próximo jueves en Santander si el Betis logra la victoria y el día anterior falla el Gerona. Es cuestión de esperar un poco. Si no es en El Sardinero, será el domingo que viene en el Benito Villamarín contra el Alcorcón. El Betis ya siente y vive como equipo de la Primera división. Salió el Betis al partido sin tensión, enfadando a su gente por la falta de intensidad en el campo. Como si supiera de sobra lo que ocurriría tarde o temprano. Agazapado, dejó que el Lugo jugueteara con la pelota en zonas, en principio, intrascendentes. Y la primera que tuvo el Betis acabó dentro de la portería. Balón largo a la espalda de la defensa para Rubén Castro. El canario corrió por el costado derecho mientras Jorge Molina llegaba al punto de penalti por el centro. Pero Rubén lo tuvo claro nada más pisar el área. Latigazo potente y centrado. Imposible para el portero del Lugo. Muchos daban por hecho que ahí se acabaría el partido. Sin embargo, el equipo gallego empezó a ganar las pelotas divididas y en vista de que el centro del campo bético parecía un solar, puso la directa. En el bando bético todo pasaba a una velocidad muy lenta. Ceballos, que partía desde la izquierda, andaba impreciso aunque para dudas las que generaban en la zona de atrás los centrales, Bruno y Jordi. El conjunto de Quique Setién entendió que era su momento y lo aprovechó, en parte, gracias a una pésima lectura defensiva del Betis. Pelota aérea que llega a los dominios de Adán y Álvaro Peña la aprovecha para empatar sin apenas oposición en el minuto 21. La grada se empezó a cabrear de verdad. Desde la banda derecha del Lugo apareció en un par de ocasiones Ferreiro para disparar con peligro. Al Betis le venía hasta bien que llegara el descanso, pero también cuenta con el aire a favor que acompaña a los equipos que suelen ganar. Una falta lejana bien ejecutada por Varela cayó en las botas de Jorge Molina que puso el segundo. Los gallegos protestaron una posible falta de Ndiaye en el salto con el portero. Ahora sí. En la segunda parte, el Betis no permitió tontería alguna. Molinero, muy activo en el tramo final de la competición, se permitió el lujo de cerrar el partido marcando el tercero tras una buena acción colectiva en la que participó casi toda la gente de ataque. Molina, que falló de manera estrepitosa bajo palos, le regaló tres minutos después el cuarto a su mejor socio, Rubén Castro. La sociedad de ambos delanteros parece eterna. El Betis se gustaba y la gente ovacionó con fuerza al canario y al de Alcoy cuando Mel decidió sacarlos del campo. Los últimos minutos apenas sirvieron para ver otra vez a Rennella cantando gol. Todo el mundo piensa ya en el jueves y en la posibilidad de certificar lo que ya es virtual, el regreso a la Primera división. (ABC)

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