Atletico Madrid 5 Betis 0

A orillas del Manzanares no hay quien tosa al Atlético de Madrid. En el Calderón, un río de goles cada domingo, salió escaldado el Betis. Allí mandan los indios y no hay más que hablar. El Atlético hizo pedazos a los verdiblancos con cinco hachazos. Abrió el marcador a los 13 segundos y lo cerró en el último suspiro. No se puede estar más despierto. Lo de Cornellá fue un traspié. Esta vez no tuvo al otro lado a su propia sombra. Manejó al Betis como quiso y le aplastó en la segunda mitad. Lo hizo a conciencia. Su intensidad es tendencia en España. El Atlético de Madrid tenía prisa. Más Óliver Torres de triunfar. El niño hizo el primer gol a los 13'' el día que debutaba como titular con el primer equipo. El gol era el vaticinio más claro de lo que estaba por llegar. El Betis ya estaba por los suelos cuando ni siquiera se había atado las botas. Sin explicárselo, con un equipo renovado de arriba abajo entre bajas y decisiones de Mel, salió perdiendo. Se temió lo peor y la noche fue terrorífica. Perquis y Jordi Figueras no pudieron tener más miedo. Una hora jugó el chaval en su primer partido como titular. Es diferente y endulzó el fútbol sabroso del Atleti. El Betis no supo cómo estropear la tarta. Tuvo la pelota, pero el que la supo utilizar fue el Atlético, que retrasó lo que se veía venir, la goleada que luego se produjo. Godín y Diego Costa, en dos ocasiones, perdonaron el segundo. Guillermo Sara, el mejor del Betis en la primera mitad, se fue del partido al descanso. Sus molestias obligaron la entrada de Andersen, víctima de lo que pasó. Villa lo pagó con el danés. Hizo dos goles, dos buenos goles, uno de cabeza y otro con la izquierda, y gritó su nombre. No se ha ido. Tampoco el huracán, que no cesó. En plena orgia tenía que aparecer Diego Costa. Recibió un pase de Villa (excelente con el control) y firmó el cuarto, undécimo en el campeonato. Adrián también tuvo tiempo para pasárselo bien y Gabi puso la rúbrica con el quinto. Al Betis le habían hecho papilla los indios, que siguen a uno del Barça y le meten cinco al Madrid. Hay que tomárselos muy en serio. (Marca)