Betis 1 Elche 2

Cierto aire de equipo despistado. Pocas ideas y escasa intensidad. Así actúa el irreconocible Betis que deambula por la Liga y pasea por Europa. Quizás demasiadas distracciones. Imperdonable ante rivales con mucha fe en sus posibilidades como el Elche, inasequible al empuje del rival y a los errores arbitrales. [Así lo contamos en MARCA.com] Fue un partido que el Elche ganó por su actitud desde que pisó el césped. El mensaje de su técnico, Fran Escribá, es muy claro. Lo dejó grabado en su plantilla tras la polémica derrota ante el Real Madrid: "Me quedo con el esfuerzo de los jugadores, es lo que mañana me va a hacer levantarme". Nada de lamentos. Desde entonces ha encadenado tres victorias que hacen de su equipo una de las noticias más agradables de este inicio de campeonato. El control absoluto de la parcela ancha perteneció a Javi Márquez y Rubén Pérez. El Betis se encontró maniatado por el centro del campo rival. Echó de menos más talento en esa línea. Apenas Salva Sevilla sacó de la vulgaridad sus inocuos intentos ofensivos. Pocas ideas y escasa tensión defensiva tuvo el cuadro de Pepe Mel. Se demostró en los dos goles que encajó. En el primero remató Manu del Moral sin mucha oposición un centro medido de Domingo Cisma. En el segundo fue Fidel quien dejó en evidencia la duermevela de la zaga. En cuatro minutos -del 29 al 33- quedó sentenciado el duelo. Ni siquiera los fallos arbitrales de Velasco Carballo evitaron el socavón en el crédito del Betis. Jorge Molina hizo el 1-2 en fuera de juego poco antes del descanso. Nada más volver de vestuarios fue expulsado de forma rigurosa Cisma. La ventaja numérica no terminó con la pesadilla verdiblanca. Pareció abonado el camino de la remontada. Resurgió entonces ese superhéroe con uniforme de portero que se llama Manu Herrera. (Marca)