domingo, 11 de octubre de 2009

Rayo 2 - Betis 2

Una mano milagrosa del cancerbero Cobeño en el descuento salvó al Rayo Vallecano de una derrota en un partido que, por ocasiones de gol, tuvieron que llevarse los vallecanos frente a un errático cuardo verdiblando (de naranja y verde en Vallecas).
Sergio García se hizo el amo y señor del partidoEl Betis comenzó enchufado, sabía lo que se jugaba y las bajas no podían ser excusa, aunque esto lo igualó Mel cambiando a una gran figura por línea del juego. Sergio García pronto tomó los galones que le acreditan, y desde el inicio hizo y deshizo lo que quiso en la frontal franjiroja.
Y como apunta el dicho, a la tercera va la vencida. Damiá tuvo la primera ocasión clara, Nacho la segunda, con gran intervención de Cobeño, pero a la tercera cayó el primer tanto, de Juande, en jugada de córner, sólo en el centro del área pequeña después de que Pelegrín tocara el balón en el momento del pase lo que descolocó al meta, quien se llevó un monumental enfado con su defensa. Era el primero que recibía en casa.
Pero este Rayo saca pundonor ante situaciones adversas. Así, sólo dos minutos después, Jofre hizo una de las suyas desde la banda izquierda, se fue de cuantos le salieron para terminar colgando el balón al segundo palo donde Castro remató de cabeza, para hacer la igualada.
Sergio García seguía haciendo de las suyas, y en una jugada ensayada llegaría el segundo bético. Córner sacado por el delantero al segundo palo. Rivas recibió de cabeza, la puse al centro de la defensa y Damiá cabeceó para anotar el segundo.
La entrada de Piti cambió el partidoDe nuevo por delante, los sevillanos redujeron el ritmo, pero Rayo tiene mucho pundonor, y Piti, que salió a la media hora por Aganzo volvió a establecer la igualada.
La segunda parte fue rayistaEn la segunda parte el encuentro perdió en intensidad. El paso por los vestuarios sirvió para que los técnicos templaran los ánimos de sus jugadores. El Rayo Vallecano se hizo con el balón e intentó poner su ritmo, pero no el que le gusta, porque ese fútbol brioso y rápido del que agrada beneficiaba al Betis.
Tuvo que ralentizar el juego y formar bien las jugadas de ataque, Rubén Castro lanzó el balón a la base del poste en una jugada enrevesada, pero la diferencia de altura hacía que los córners a favor se convirtieran en peligro para su portería, robaban pronto y montaban las contras con mucha facilidad.
A medida que se acercaba al final del encuentro, el Rayo sacó más pólvora con la entrada de Michel y Pacheco, mientras que el Betis vio con buenos ojos el punto del empate.
Mano milagrosa de Cobeño para salvar al RayoY pese al conformismo visitante, Cobeño tuvo que sacar un disparo a bocajarro de Sergio García desde el suelo, y Rubén Castro mandó al exterior de la red un balón en el descuento. (Diario Marca)

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