jueves, 11 de noviembre de 2010

Zaragoza 1 Betis 2


El Betis dio la vuelta a la elminatoria en La Romareda y bajó de la nube a un Zaragoza que volvió a mostrar su peor versión. Los béticos tuvieron suficiente con algo de seriedad en defensa y un poco de acierto en las contras que tenían en Rubén Castro la auténtica amenaza para los maños. En el duelo de puntas canarios, el ex del Rayo participó en los dos goles verdiblancos y Braulio tuvo el empate y el pase para los maños en la segunda mitad pero mandó el esférico por la línea de fondo con el muslo.

Lo cierto es que en un principio, todo indicaba que iba a ser un partido fácil para los de Gay. El balón fue de los maños desde el principio, Bertolo se mostró muy activo y vertical por la banda. Una y otra vez superaba a su marcador y ponía centros con auténtico veneno en el área visitante. Además, Boutahar dejó sensaciones de que puede ser un futbolista importante, con calidad, pero duró lo que le aguantó el físico. Ander también se quería sumar a la fiesta, pero unas molestias musculares le obligaron a dejar su sitio a Lafita, que lo intentó todo lo que pudo, a mitad de la primera mitad.

Para frenar las posibles embestidas mañas, Pepe Mel tiró de la experiencia de Belenguer y Dorado en el centro de la zaga y de Nacho y Miguel Lopes junto a las líneas de cal. El único error de los dos primeros fue en el gol de Jarosik en el segundo palo. Los laterales sufrieron más con las jugadas de Bertolo y las subidas de Diogo, que lo intentó sin fortuna durante buena parte del choque.

Mientras los hombres de ataque maños daban síntomas de que el gol podría llegar en cualquier momento, la zaga maña volvió a hacer de las suyas. Con cinco hombres de nuevo, fueron incapaces de cerrar las embestidas béticas.

Así, Boutahar perdió un peligroso balón en el campo maño. El holandés se quejó más de una posible falta que no existió que de tratar de recuperar el balón y Rubén Castro, con la velocidad que le caracteriza, terminó pisando área para ceder sobre Jorge Molina, que esperaba en el punto de penalti. Contini llegó a cortar el pase, pero tan forzado que acabó mandando el balón fondo de la red de la portería defendida por Doblas.

Poco le duró el susto a la afición maña. Tras un saque de esquina, Boutahar enmendó su error con un gran pase al segundo palo que remató al fondo de la red Jarosik con un testarazo imparable. El checo tuvo muchas ganas, acabó como delantero centro, pero esta ocasión fue la única en la que estuvo acertado.

El Zaragoza dominó el choque pese al marcador
El dominio seguía siendo aragonés pese a los cambios en el marcador, pero los verdiblancos no querían entregar la Copa por el simple hecho de enfrentarse a un 'primera'. Esperaban en su campo al rival, pero en cada salida a la contra provocaban un ligero murmullo en la grada de La Romareda.

Así, Rubén Castro demostró el gran jugador que es y la injusticia de que en el Deportivo no le hayan dado una oportunidad. Tras un pase entre líneas de Arzu que se coló entre una poblada defensa blanquilla, el canario controló el esférico, se dio la media vuelta y cruzó el balón con un duro chut raso imposible para Doblas. La defensa del Zaragoza volvió a mostrar que da igual que juegue con tres, cuatro o cinco defensas, siempre cometen algún grave error o se van del partido para suerte del rival.

Con este resultado, el Zaragoza buscó el balón, lo tuvo en sus botas, hizo que los béticos corrieran detrás de él, pero las ideas no eran claras en los últimos metros. Solo Lafita y Bertolo crearon algo de peligro debido a que Boutahar se diluyó como un azucarillo. Braulio no muestra el nivel para ser un delantero de un equipo de primera y Gabi estaba muy lejos de la portería como para poner en apuros a Casto. El meta bético, lo único que sacó fue un potente disparo de Ponzio al botar una falta y sólo miró con inquietud como Braulio mandaba fuera el balón cuando tenía todo a placer para marcar. Además, Lafita lo buscó desde lejos, pero su punto de mira estaba ligeramente desviado. (Diario Marca)

Así, el equipo de Segunda división parecía tener jugadores de Primera división y el conjunto de la Liga de las Estrellas demostró que algunos de sus jugadores lucharían por ser titulares en la Liga Adelante. Braulio, Marco Pérez o Adem Pinter no tendrían un hueco en un Betis que huele a ascenso.

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