lunes, 8 de noviembre de 2010

Celta 1 Betis 1


Se preveía un gran espectáculo en Balaídos y Celta y Betis no defraudaron. Celestes y béticos ofrecieron un partido vibrante desde el primer al último minuto en el que los verdiblancos nunca dieron la sensación de encontrarse cómodos en el campo gracias al buen trabajo de presión viguesa. Pero la falta de acierto acompañó a los de Paco Herrera en todo el partido y de poder irse al descanso con un 3-0 de renta tan sólo lograron un gol de ventaja. En la segunda parte siguieron perdonando y de tanto hacerlo el Betis lo aprovechó y empató.

El Celta empezó apisonando al Betis y arrinconándole en su área. Ya en el minuto 5 los celestes habían tenido dos ocasiones claras para adelantarse en el marcador, pero desde ese momento se vio que no era el día de los goleadores celestes. De Lucas no logró batir a Goitia en un mano a mano y David Rodríguez mandó fuera un cabezazo en el que lo más difícil era no meterlo en las redes. Pero así fue y, tras el arreón inicial sin recompensa, el Celta se pausó en su juego.

El Betis estaba incómodo por la intensidad defensiva del Celta
El equipo de Pepe Mel, mientras tanto, no encontraba los huecos en la buena defensa que planteó Paco Herrera y no se le notaba cómodo en el campo. Rubén Castro no recibía con claridad y Emaná no lograba hacer su juego. El fútbol verdiblanco pecaba de lentitud y previsible y no inquietaron a Falcón en ningún momento de la primera mitad.

El dominio celeste se plasmó con el 1-0 de Álex López. Un golazo a pase de Hugo Mallo que no debió subir al marcador por manos de este último en el que fue el tercer error arbitral grave de la primera parte. Los otros dos tuvieron lugar en el área bética por sendas manos de Miguel Lopes y Nacho (la primera de ellas clarísima) que el árbitro no tuvo a bien de señalar como penaltis.

Algo no funcionaba en el Betis. Momo no encaraba y no se fue nunca de Hugo Mallo y Rubén Castro se encontraba bastante solo en la delantera bética, mientras De Lucas y Trashorras manejaban a su antojo el ritmo del partido. Pepe Mel así lo entendió y, tras una primera parte sin ocasiones claras para su equipo, dio entrada a Jorge Molina y a Israel para afrontar los segundos 45 minutos.

Más de lo mismo en la segunda parte
Tampoco cambió mucho el panorama con los cambios. El Celta seguía dominando el tempo del partido y se permitió el rebajar un poco la intensidad, pese a lo que seguía teniendo ocasiones claras, que continuaba fallando y que a la postre le pasaría factura.

Fue en la más clara de todas, un tiro al palo de Trashorras, la que serviría de antesala para que se cumpliera el dicho de que quien perdona en el fútbol lo paga. En un partido en el que el Betis estaba a merced de los celestes, la calidad de los hombres de arriba del conjunto andaluz salió a flote y Rubén Castro empató el encuentro en una de las pocas ocasiones que tuvieron los verdiblancos en los 90 minutos y en la única concesión de la zaga celeste.

El cambio de De Lucas se notó a mal en el juego celeste
Se veía venir el empate. El Celta sin De Lucas había perdido al faro que guiaba su fútbol en la zona de mediocampo y poco a poco iba perdiendo posesión con el balón. El empate fue un mazazo para el conjunto vigués y le costó más hilvanar el juego que había hecho hasta el empate. Desde que Rubén Castro pusiera las tablas, el partido, siempre intenso, perdió en ocasiones de gol y la más clara la tuvo en sus botas Jorge Molina, en una acción que nunca debió tener validez por un clamoroso fuera de juego y que provocaría la lesión de Emaná.

El camerunés tuvo que retirarse del campo por una lesión en su tobillo que se provocó solo al no contactar con un remate en el área. El jugador no pudo continuar en el terreno de juego y ni tan siquiera podía apoyar el pie en el suelo. Las buenas noticias para el Betis es que no parece algo grave ya que el verdiblanco se quedó en el banquillo con hielo en el tobillo viendo el final del partido; la mala, que en nada tienen un partido de Copa ante el Zaragoza que deben remontar si quieren seguir en la competición, ya que cayeron derrotados en la ida por un gol a cero.

Ceballos Silva tuvo una actuación desastrosa
Lo peor de todo el partido, aparte de la lesión de Emaná, fue la desastrosa actuación del colegiado Ceballos Silva. Si no fuera bastante con las tres manos de la primera parte que sin duda habrían cambiado el signo del partido, el mismo asistente que no vio absolutamente nada punible en esas acciones se dedicó a no pitar fueras de juego claros y a pitar otros que no eran por unos tres metros. En uno de ellos, que sí pitó y que no era, Jorge Molina se quedaba totalmente solo frente a Falcón.

Finalmente, reparto de puntos entre dos conjuntos favoritos para estar entre los tres equipos que militen en Primera el año próximo, como así han demostrado con el espectáculo que han ofrecido en Balaídos. El Betis sigue de líder, con tres puntos de ventaja sobre el Rayo, y el Celta pierde la segunda plaza en favor de los vallecanos, que tienen 23 puntos por 22 de los celestes.
(Diario Marca)

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