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Hace apenas un mes todo eran piropos y alabanzas en Heliópolis. El Betis mostraba una inmejorable imagen en Copa ante el Barça logrando incluso doblegar con suficiencia al equipo de Pep.
Los verdiblancos, por aquel entonces, también avasallaban en Liga donde eran líderes destacados con un colchón de seis puntos sobre sus más inmediatos perseguidores: Rayo y Celta.
Desde aquella agraciada velada en el Benito Villamarín ante el Barça, los de Mel han encadenado tres derrotas en competición doméstica.
La debacle comenzó el día 22 del pasado mes de enero cuando los andaluces cayeron por la mínima en Castellón ante el filial del Submarino pero la derrota más peligrosa y dolorosa fue la sufrida siete días después (3-0) en el estadio de Los Cármenes ante un rival con objetivo común: el ascenso.
Aquella jornada comenzaron a aflorar los nervios en el seno de una plantilla que confirmó sus malos augurios este pasado domingo en casa ante el Recreativo. El Decano asaltaría el fortín verdiblanco obteniendo una gesta que ningún otro conjunto de Segunda había logrado hasta la fecha.
Lejos de envalentonar la actitud de los de Mel parece que el choque ante el Barça ha minado la confianza de un Betis que ahora se encuentra a la deriva fuera de los puestos de ascenso directo. El término 'crisis' parece haberse acomodado en un vestuario poco acostumbrado a las urgencias
La incertidumbre que trasladan los problemas institucionales, el desgaste del calendario, los efectos secundarios de la Copa, la escasez de fondo de armario y la mala fortuna con las lesiones; están terminando por lastrar a uno de los conjuntos que mejor fútbol practica de la categoría.
Pese a la escasez de plantilla -únicamente 20 futbolistas tienen ficha con la primera plantilla- la confianza del técnico madrileño en la cantera está logrando disimular esta carencia. Las buenas noticias este año tienen nombres y apellidos: Manu Palancar, Juan Calahorro, Fran No, Beñat, Ezequiel, Miki Roqué... han enmascarado con su buena respuesta la ausencia de fichajes de relumbrón.
Elche, Real Valladolid y Albacete, serán los tres próximos rivales que midan la capacidad de reacción de un Betis que, pese a todo, sigue en puestos de ascenso. Mel es consciente de que la temporada entra en una de esas fases decisivas en la que los puntos empiezan a doblar su valor y por ello tendrá que dar con la tecla con un sistema que lleve al Betis a la consecución del objetivo que se propuso al inicio de la temporada: el retorno a la Liga BBVA. (Marca)
Los verdiblancos, por aquel entonces, también avasallaban en Liga donde eran líderes destacados con un colchón de seis puntos sobre sus más inmediatos perseguidores: Rayo y Celta.
Desde aquella agraciada velada en el Benito Villamarín ante el Barça, los de Mel han encadenado tres derrotas en competición doméstica.
La debacle comenzó el día 22 del pasado mes de enero cuando los andaluces cayeron por la mínima en Castellón ante el filial del Submarino pero la derrota más peligrosa y dolorosa fue la sufrida siete días después (3-0) en el estadio de Los Cármenes ante un rival con objetivo común: el ascenso.
Aquella jornada comenzaron a aflorar los nervios en el seno de una plantilla que confirmó sus malos augurios este pasado domingo en casa ante el Recreativo. El Decano asaltaría el fortín verdiblanco obteniendo una gesta que ningún otro conjunto de Segunda había logrado hasta la fecha.
Lejos de envalentonar la actitud de los de Mel parece que el choque ante el Barça ha minado la confianza de un Betis que ahora se encuentra a la deriva fuera de los puestos de ascenso directo. El término 'crisis' parece haberse acomodado en un vestuario poco acostumbrado a las urgencias
La incertidumbre que trasladan los problemas institucionales, el desgaste del calendario, los efectos secundarios de la Copa, la escasez de fondo de armario y la mala fortuna con las lesiones; están terminando por lastrar a uno de los conjuntos que mejor fútbol practica de la categoría.
Pese a la escasez de plantilla -únicamente 20 futbolistas tienen ficha con la primera plantilla- la confianza del técnico madrileño en la cantera está logrando disimular esta carencia. Las buenas noticias este año tienen nombres y apellidos: Manu Palancar, Juan Calahorro, Fran No, Beñat, Ezequiel, Miki Roqué... han enmascarado con su buena respuesta la ausencia de fichajes de relumbrón.
Elche, Real Valladolid y Albacete, serán los tres próximos rivales que midan la capacidad de reacción de un Betis que, pese a todo, sigue en puestos de ascenso. Mel es consciente de que la temporada entra en una de esas fases decisivas en la que los puntos empiezan a doblar su valor y por ello tendrá que dar con la tecla con un sistema que lleve al Betis a la consecución del objetivo que se propuso al inicio de la temporada: el retorno a la Liga BBVA. (Marca)
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