viernes, 23 de septiembre de 2011

Betis 4 Zaragoza 3



Ni Barcelona ni Real Madrid, el líder de la Liga BBVA es el Real Betis Balompié. Con el mejor inicio de campeonato de su historia, cuatro victorias en cuatro partidos, los chicos de Pepe Mel han aprovechado que el Madrid luchará por la permanencia y el Barcelona no ganará títulos según sus respectivos técnicos para ver a los equipos grandes y pequeños de España desde lo más alto.

De primera mano pudieron comprobar los béticos que no es fácil ocupar ese puesto de honor en un campeonato como el español, donde hay equipos que no tienen grandes cracks mundiales ni llenan las portadas de los diarios pero cuentan con jugadores dignos de ser seguidos y respetados por los aficionados. Uno de los clubes que cuenta con este perfil de futbolista es el Betis, los verdiblancos, que superaron por 4-3 al Zaragoza, dieron muestra de ser grupo trabajado, con las ideas claras y con un entrenador que transmite una confianza impagable a sus jugadores.

Con el inicio del partido que se vivió en el Benito Villamarín, se apuntaba a noche de fiesta en la parte bética de Sevilla pero al final, seguro que más de alguno no pudo ver el final del partido ante tanto sufrimiento como consecuencia de la expulsión de Casto a falta de 20 minutos para el final.

Casto falló en la salida, derribó a Luis García con una dura entrada y encaró el túnel de vestuarios antes de tiempo

Tras el pitido inicial, el choque estuvo igualado. El balón no tenía un dominador claro pero finalmente, cuando cuentas con una defensa lenta e imprecisa, lo pagas demasiado caro. La zaga aragonesa hizo aguas en los primeros compases del choque y tras una apertura de Beñat sobre Chica, el ex del Espanyol superó a Abraham y colgó el balón para que Roque Santa Cruz rematara a placer. Roberto poco pudo hacer y Da Silva y Mateos poco hicieron por evitar el tanto.

No contento con la internada de Chica por la banda, Abraham volvió a facilitar las cosas a los nuevos líderes y se precipitó a la hora de derribar a Jonathan Pereira dentro del área. Penalti claro que transformó Salva Sevilla con el que parecía poner punto y final el choque pese a los pocos minutos disputados.

Los maños sacaron el orgullo y trataron de adelantar las líneas para complicar las cosas a los locales. Con Helder Postiga perdido por el terreno de juego tuvo que ser un defensa el que aprovechó un error de Casto para acortar distancias. Juárez remató un centro desde la izquierda y llevó la esperanza al vestuario maño.

Barrera lo siguió intentando por la izquierda pero demostró no tener la chispa necesaria para desbordar con claridad, Lafita no se escondió y Luis García se movió entre líneas con orgullo. Todos ellos chocaron ante Chica, Dorado y Amaya.

Después de la reanudación, los hombres de Aguirre salieron dormidos. Da Silva toco el cuero con la mano dentro del área y Beñat no falló desde el punto de penalti. La interpretación de la pena máxima da derecho a tener todo tipo de opiniones, pero lo cierto es que el paraguayo ya lleva dos acciones similares en lo que llevamos de campeonato y además, estos errores no los suple con la seguridad y liderazgo que debería mostrar un defensa que ocupa una valiosa plaza de extracomunitario.

Por si fuera poca la desesperación de los seguidores maños con el pasotismo del primer tanto, la acción se repitió en la segunda mitad y los béticos no dudaron en aprovecharse. Chica, sin un jugador encima que evitara el centro puso el cuero a Roque Santa Cruz y el punta, totalmente solo una vez más, cabeceó al fondo de la red el cuero sin que Roberto pudiera salvar en esta ocasión a los suyos.

El delirio se instaló en el estadio verdiblanco pero en el fútbol, se demostró una vez más que jamás se puede cantar victoria. Casto falló en la salida, derribó a Luis García con una dura entrada y encaró el túnel de vestuarios antes de tiempo. Goitia se puso bajo los palos y trató de frenar en la medida de lo posible el vendaval blanquillo.

Juan Carlos revolucionó a los maños
Con orgullo, los maños murieron matando, Lafita volvió loco a Nacho y no cesó de poner balones en el corazón del área, Zuculini, que tomó el relevo de Micael, tuvo llegada por el centro del ataque y Juan Carlos mostró su descaro y velocidad con la pelota en los pies. En dos jugadas relativamente similares y consecutivas, el ex del Castilla fusiló a Goitia en el segundo palo y dio esperanza a los suyos.

Conforme pasaba el tiempo aumentaban las prisas de los chicos de Aguirre y finalmente, con tanta ansiedad no consiguieron cerrar una posible remontada e incluso pudieron haber encajado un nuevo tanto si Roque Santa Cruz hubiera cabeceado a gol un centro de Juanma al segundo palo.

Finalmente, el Betis obtiene su licencia para soñar y vivir en el día a día y al Zaragoza se le acumulan los problemas, y van unos cuantos. (Marca)

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