viernes, 30 de marzo de 2012

Betis 1 Santander 1


Real Betis (1-1) Real Racing 25/03/2012 por Litaluca
El Betis no aprende de sus errores y tropezó con la misma piedra contra el Racing. Tres días después de liarla contra el Espanyol y dejar escapar dos puntos en el último momento, el equipo verdiblanco volvió a confundirse. El guión fue muy parecido. Comenzó marcando, pero no remató a su rival, que se levantó en una jugada aislada que castigó el perdón bético al que contribuyó, y mucho, Mario, guardameta del Racing.
Santa Cruz fue el único que engañó a Mario, que sacó balones de todos los colores y mantuvo con vida a su equipo. Fue un guardaespaldas y su resistencia permitió que el tanto de Stuani en el 78' sirviese de algo para el Racing, que sacó un punto que le deja, eso sí, a seis lejanos puntos del cuarto por la cola.
El Villamarín se mosqueó con razón. Vio la misma película y el mismo desenlace que el pasado jueves. Su equipo se adelantó y no hizo los debehttp://www.blogger.com/img/blank.gifres del todo. Al final, le pillaron copiando y le castigaron con la pérdida de dos puntos que llevaban oxígeno para vivir mucho más tranquilo. Munitis colgó un balón al corazón del área y Stuani, que no llevaba demasiado en el campo, resultó vencedor por el aire. Se comió a los centrales béticos y empató con la cabeza.
Todos contra uno
El 1-1 fue el pitido final para los de Pepe Mel, que no acabaron con lo que se daba mucho antes, cuando tuvieron que hacerlo. El Betis había encontrado el camino por los costados, especialmente por el de Jonathan Pereira, que fue una moto hasta que le duró la gasolina. El gol local llegó en el 18' y nació en esa banda izquierda. Pereira asistió a Santa Cruz y el paraguayo, en el único balón que tocó en todo el partido, lo hizo rápido y fácil. Recortó a Mario y marcó a puerta vacía. Nadie más pudo con el guardameta del Racing, que despejó los disparos con un chaleco antibalas.
El paso del partido fue aumentando el tamaño de la figura de Mario, que permitió al Racing soñar con esa ocasión que llegó y que castigó al Betis. Los verdiblancos, ilusos ellos, jugaron tanto con fuego que el Villamarín acabó echando humo. (Marca)

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